Talleres para la Mesa de Luz Nro 11

Luís Martínez
Quiero ser Miembro de esta Familia

Como miembros de su Cuerpo somos capaces de obtener méritos: tenemos derecho a la gracia y a la gloria. Mientras seamos verdaderamente sus miembros, el Padre siempre nos mirará con beneplácito.
(Hacia el Padre, 488)


Esta estrofa del conjunto de oraciones que componen el capítulo “Mira, Padre, a nuestra Familia” refleja el principio de membralidad, del que tanto nos habla el Padre Kentenich.
Tomando la línea de pensamiento paulina, alienta nuestro sano orgullo en formar parte del Cuerpo Místico de Cristo a través de nuestra pertenencia a la Iglesia y a Schoenstatt.
Claro que para alcanzar merecidamente la gracia y la gloria – nos aclara - es menester ser miembros a cabalidad, lo que se cristaliza tanto en la emoción del amor a la Familia como en la acción que para ella y en ella desarrollemos.
Pasa como con el amor humano: no basta con sentirlo, debe manifestarse en palabras, gestos y entrega.

Contemplémonos bajo esta luz:

Cómo se ha desplegado hasta hoy mi amor a Schoenstatt?

Qué estoy dispuesto a entregarle a partir de mañana?