Talleres para la Mesa de Luz Nro 3

Luís Martínez
Quiero pasar el día con Ella


Te alabamos, porque la vida de María fue norma para nuestro trabajo cotidiano; porque en su vida el esplendor solar de Cristo nos lo hiciste llegar con cercanía tan humana.
(Hacia el Padre, 222)

En la fiesta de la Asunción de 1944, el Padre Kentenich regaló a los sacerdotes que lo acompañaban en el campo de concentración, las oraciones para el Oficio de las Horas que compuso a solicitud de éstos.
La estrofa 222 que se inserta arriba pertenece a la Oración Final del día, que se reza tras las Completas, al anochecer.
Sería muy aventurado decir que, como ninguna otra, resume con total concreción el espíritu de Schoenstatt?
María, humana como nosotros nos muestra con su propia vida quién y cómo es su Hijo y su comportamiento es molde para nuestra cotidianeidad; para la santificación de nuestra vida diaria.
Releyendo la estrofa contestémonos:

Ante las situaciones – tanto favorables como adversas - que se me presentaron hoy; traje a María a mi mente y me pregunté cómo habría actuado Ella?